En Guadalajara tenemos una patrona, la Antigua, y hasta hace unos meses teníamos un Teatro, el Moderno. A la patrona la conservamos, el Moderno sin embargo ha cerrado sus puertas después de diecisiete años de actividad. La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, responsable del mismo, ha decidido que no nos hace falta, que mejor lo cierra, suspende la programación y luego si puede, lo privatiza.
Para los que vivimos en esta ciudad el teatro Moderno no es un teatro más, es el antiguo ateneo obrero, el único espacio para que las muchas asociaciones culturales de la ciudad puedan mostrar sus propuestas, el teatro en el que los niños disfrutaban y aprendían, el cine del centro –el único también- al que ir para ver películas en versión original, el teatro de las pequeñas cosas. Un teatro que llenaba sus sesiones infantiles los domingos, con precios más que asequibles… un teatro de todos, para todos.
Por eso hemos creado una plataforma ciudadana y una asociación de amigos del teatro, y para que sus puertas no estén cerradas mucho tiempo el viernes pasado un millar de personas hicieron cola delante de la entrada en la primera acción de defensa del teatro.
Porque queremos seguir teniendo oferta cultural en la ciudad hemos hecho una programación para todo el mes de octubre a las puertas del teatro, invitando a la gente a llevar su silla y ocupar la calle.
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